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jueves, 16 de junio de 2016

Diario Be: Mi pelo, mi enemigo.

Estoy harta.

De los anuncios de champú, laca, espuma y la santa madre que los parió a todos. Los odio por sus mentiras, por esas melenas lustrosas y llenas de brillo con las que yo solo puedo soñar. Cuando salen en la tele todas las modelos (la rubia, la morena y la pelirroja) con unos cabellos largos y sedosos que parecen tener vida propia... Ah... ¿Qué queréis que os diga? Yo las rapaba a todas.

Y pregunto: ¿Por qué? ¿Por qué a mí? Pero me repito una y otra vez  que todo eso no es real, como hacía Tris en las simulaciones. Como dice mi amiga Zoe "Son los focos, los efectos de la televisión. Mentiras que solo se creen los idiotas". No será real, pero joder, jode un rato. 

De todas formas, no nos engañemos... Sí hay gente con un pelo preciosísimo y sedosísimo y más -ísimos de esos que yo jamás tendré. Gente que estoy segura de que no valora lo que tiene, gente que no sabe lo que es levantarse por las mañanas con un nido de pájaros en la cabeza. 

¿No os ha pasado nunca? Os peináis por la noche y, a la mañana siguiente, vuestro pelo podría servir perfectamente de algodones para hámsters. A veces me pregunto si algún duendecillo se cuela en mi habitación para hacerme nudos en la cabeza o para usarme de escoba. O tal vez mientras duermo doy más vueltas en la cama que la niña del exorcista. 

En fin, el caso es que, cuando me ocurre esto (o sea, siempre), tengo tres opciones:

A) MOÑO

Ahora se lleva mucho el moño despeinado. A mí me encanta, a ti te encanta, a todo el mundo le encanta. El problema está en que lo de "despeinado" es otra mentira (por favor, basta ya). Sabemos que cada mechón de los que te caen por la cara "de cualquier manera" está más que estudiado.

Hay gente con suerte en la vida que es capaz de recogerse el pelo en quince segundos y le queda un moño de puta madre que le dura ocho horas. A mí esto me pasó una vez, pero me lo hice para estar por casa. Cuando intenté hacérmelo bien para salir a la calle, me salió un churro. Jamás he vuelto a conseguir que me salga ese moño perfectamente despeinado. A veces creo que incluso lo he soñado. ¿Soy la única a la que le pasa? Decidme que no, por favor.

B) PLANCHA

No podría vivir en una época en la que no existiera la plancha del pelo. O la plancha en general, porque en mi juventud, mi madre igual planchaba una camisa que me planchaba la melena. Lo sé, un disparate, pero se me quedaba como una tabla, palabra.

La plancha quema el pelo, eso ya lo sabemos, pero es que si no la usara no podría salir a la calle. No me vengáis con que es perjudicial abusar de ella, no admito réplicas. Ya me gustaría a mí veros en mi situación cada mañana. ¡Tsss! He dicho que no. Ni una palabra.

C) ESPUMA / FIJADOR / LACA

Vale, ahora es cuando todo el que iba a criticarme por la opción B me dice "¡ah, amiga! Esto ya es otra cosa". Pues sí, es verdad, a veces prefiero usar otras alternativas a la plancha. Pero suele ser por falta de tiempo o por el maldito calor, no por la salud de mi pelo. A mi pelo que le jodan, que me las hace pasar putas. No es liso ni rizado, no está ni aquí ni allá. Es un híbrido deforme, un bastardo sin escrúpulos que se mofa de mí. 

Me gustaría tener rizos a lo Giorgi, ese gel que fija tu atractivo (si lo tienes, eso no lo dicen en el anuncio). Con la espuma se me rizan las puntas, pero lo de arriba, lo más cercano a la raíz, sigue encrespado y sin volumen; con el fijador el pelo se me queda crujiente y, en lugar del deseado efecto mojado (y natural. Tooodo es natural en la publicidad), parece que me ha lamido una vaca; y la laca... Me asfixia. Si cierro los ojos, no atino. Si no los cierro, me la acabo metiendo en los ojos. Una nube tóxica me rodea, empiezo a toser y acabo hasta el mismísimo de ese bote que no hay por dónde cogerlo. Los "abuelillos" no se me sujetan porque yo no necesito laca, necesito Super Glue. 

En resumen, el uso de estos tres potingues puede hacer que acabe con el pelo sucio, más enredado y lleno de horquillas como una cría de cinco años. ¿Resultado? Me lavo la cabeza y vuelta a empezar.

Y espérate, porque aún no he hablado del secador. Tienes el pelo mojado y dices... ¡Venga, que hoy voy a intentar darme volumen! Te pones bocabajo en modo avestruz, enchufas el aparato y... No, no te mires directamente al espejo cuando te levantes. El león de la Metro es un pequeño gatito a tu lado. Otra opción para el volumen es el cardado, pero... no pienso hablar de ella. Me niego porque no quiero repetirme con lo del nido para pájaros.


Lo del pelo es una decepción constante. Las expectativas son altas, pero la realidad es muy diferente. Ves un video en Youtube de una chica que es... ¡como tú! ¡Y tiene las mismas herramientas que tú! ¡Y usa los mismos productos de Deliplus que tú! ¡Y su peinado parece fácil! Y te dices "Dioses, ahora sí, esta vez puedo hacerlo. Por fin podré llevar algo que no sea el pelo suelto o recogido en una coleta improvisada. Por fin podré hacerme una trencita mona, un pequeño tupé, unos tirabuzones de ensueño, unas ondas surferas (¡y naturales!). Sí, la suerte me sonríe. Si esa chica ha podido, ¡yo también puedo...
...perder los nervios y darme cuenta de que soy una completa inútil!".

Después de casi una hora dedicada al pelo, me doy cuenta de que es misión imposible y de que, seguramente, a Miguel Ángel le costó menos pintar la Capilla Sixtina. Es muy probable que a él ni siquiera le gotearon los pinceles. ¿Pero en mi caso? Mi cuarto de baño acaba lleno de pelos suficientes como para que la gente crea que le he puesto moqueta.

Sé que hay gente que tiene un pelo agraciado y, además, gracia para peinarlo. Veo continuamente chicas con moños "despeinados", con melenas al viento que aguantan hasta el agua de la playa (¿Cómo? ¿CÓMO?). Y las odio. A todas. No tienen la culpa, la culpa es de mi pelo, que me hace ser mala persona. Quizás ellas sean de lo más encantadoras, pero yo solo deseo que se queden calvas. En serio, soy mala gente.

Por eso no hay que ver los anuncios de mundos de fantasía donde todas las mujeres tienen el pelo de Barbie. Bueno, por eso y porque son un puñetero coñazo. Todo el mundo sabe que los cortes de publicidad solo sirven para ir al baño o coger algo de chocolate de la nevera hasta que empiece de nuevo Anatomía de Grey. Esa serie en la que las doctoras se levantan a las 5:00 AM y les queda humor (y talento) para ponerse unos rulos o hacerse recogidos que aguantan hasta veinte horas de guardia.

Sí, muy natural todo. Como la vida misma.

BAH.

jueves, 9 de junio de 2016

Nominación al Liebster Award

Hello. It's me.

Sherezade del blog Enredados en palabras tuvo el detallazo de nominarme al Liebster Award y, aunque un poco tarde, por fin respondo a sus preguntas. Antes de nada, quiero darle las gracias por pensar en mí, y pedir disculpas en general cuando me nomináis a estas cosas porque soy un poco desastre y me cuesta sacar tiempo.

Bueno, ¡vamos allá!



REGLAS


  • Agradecer y seguir el blog que te nominó.
  • Responder las 11 preguntas que te hagan.
  • Nominar 11 blogs con menos de 200 seguidores.
  • Realizar 11 preguntas para los blogs que nomines. 
  • Avisarles sobre la nominación. 





PREGUNTAS DE ENREDADOS EN PALABRAS


1. Trilogía favorita.

Los Juegos del Hambre de Suzanne Collins.


2. Saga que más tiempo tienes sin terminar.
Eternidad de Alyson Noël. La acabé, pero me costó un poco al final... Creo que son demasiados libros para todo lo que cuenta, se me un hizo un poco pesada.


3. Novio literario.
Cuatro (Divergente).

4. ¿Parejas o tríos amorosos?

Depende del libro. Sé que son topicazos, pero los triángulos amorosos siempre tienen su gracia. Con quién se quedará el/la prota, cómo es posible que se fije en ese idiota si tiene al otro... y esas cosas.


5. Género en el que deseas adentrarte pero aún no te atreves.
Fantasía épica y Romántica histórica. El primero porque necesito dedicarle mucho tiempo a una idea que me ronda la mente desde hace tiempo. El segundo, porque sé todo el esfuerzo de documentación que suele haber detrás de estas historias.


6. Libro que más te hizo llorar.
El niño con el pijama de rayas, creo. Aunque no recuerdo si llegué a llorar. Memoria caca.

7. Libro que no terminó como tú querías.

Leal. Odié mucho a Veronica Roth, pero mucho.


8. Comprar en librería u online.
Compro más online porque suelo leer en formato Kindle, pero cuando entro en una librería me siento como un niño en una tienda de golosinas. No, espera, me siento como yo misma en una tienda de golosinas. Es decir, eufórica. 

9. Qué no te gusta leer en un libro.
Descripciones interminables, capítulos muy extensos y faltos de diálogo, muertes innecesarias...


10. Libro al que le tienes más cariño de toda tu estantería.
¿Queda mal si digo que a los míos? Son mis pequeños, sobre todo Reset y Mierda en mis tacones. Pero bueno, en realidad, cualquiera de mis amigas literarias. Y, afortunadamente, son muchas (tanto de Escarlata Ediciones como de otras editoriales o autopublicadas).

11. Historia con mejor giro en la trama.

Uf, pues... me cuesta elegir, la verdad. Pero uno que me sorprendió fue El Mar Infinito de Rick Yancey.


MIS PREGUNTAS PARA LOS NOMINADOS


1. ¿Sueles leer más de un libro a la vez?
2. ¿Almacenas todos los libros que compras o regalas los que ya has leído?
3. Personaje femenino favorito.
4. Personaje masculino que odies.
5. Portada favorita.
6. Máximo de horas seguidas en las que has estado leyendo (sin parar ni para comer).
7. ¿Erótica o Romántica sin sexo explícito?
8. Último libro que has comprado.
9. Booktrailer que te haya dado ganas de leer el libro.
10. ¿Qué libro de los que has leído te habría gustado escribir?
11. Libro que te gustaría que adaptaran al cine.



BLOGS NOMINADOS


Imagine
Scarlett Books
Palabra de Amapola
El club de las románticas
A Teen Like Us
¿Hola, te acuerdas de mí?
Mery Potter's books
Ready to read books


He nominado los 11 blogs que se pedía en las reglas, pero sentíos libres de responder a las preguntas (si queréis, en esta misma entrada. Yo os leo encantada) o de decirme si coincidís en alguna de mis respuestas.


¡FELIZ JUEVES!

lunes, 6 de junio de 2016

Reseña: Arlia. Entre mundos.





Autor:Scarlett de Pablo y Alexia Goher
Editorial: Escarlata Ediciones
ISBN: 978-84-16618-01-9
Páginas: 434
Lanzamiento ebook: 30/09/2015
Lanzamiento rústica con solapas:
 22/10/2015

Cosíguelo aquí


SINOPSIS

Durante toda su vida, Kirsten Jules ha tenido una atracción innata para los problemas. Estar en el internado de Arlia, donde aprende a controlar sus dones sobrenaturales, no iba a cambiar eso.
Su mejor amigo, un brazalete robado y un poder desconocido arrastrarán a Kirsten a través del espacio-tiempo y la llevarán a la antigua Roma. Allí conocerá a Iacobus, un joven patricio romano que cambiará por completo su forma de ver el mundo y la ayudará a resolver el enigma de unas misteriosas muertes que están teniendo lugar en el internado.
¿Conseguirán averiguar la verdad antes de que sea demasiado tarde? ¿Encontrarán la forma de superar los 2000 años que los separan?
Adéntrate en el mundo de Arlia, la primera entrega de una saga de fantasía urbana llena de aventuras, romance, humor y viajes en el tiempo. Déjate llevar por esta trepidante historia y la simpatía que destilan sus protagonistas.



OPINIÓN PERSONAL


Empecé a leer esta historia hace ya varios años en un foro en el que participaba con más escritoras. Fue ahí donde conocí a Scarlett y a Alexia y pude empezar a disfrutar de todo el universo de Arlia. Estas chicas (a las que aprecio personalmente) tienen una imaginación desbordante y las admiro por haber sabido fusionarse de forma que no se nota que hay dos escritoras detrás. Es decir, el problema que veo a veces cuando hay varios autores es que es difícil unificar toda la historia sin que se noten cambios bruscos cada vez que escribe uno u otro. En este caso, esa barrera no existe, lo que se agradece enormemente, pues le da a la novela fluidez y coherencia.

Entre mundos es la primera parte de esta saga juvenil y debo decir que me enganchó increíblemente. Trata de un grupo de jóvenes especiales que estudian en un internado, Arlia (situado en Nueva York), en el que les enseñan a controlar y desarrollar sus poderes. Visto así, al principio no pude evitar recordar la escuela del profesor Xavier y sus X-Men, pero lo cierto es que conforme va avanzando la historia, adquiere un carácter propio e independiente que hizo que me olvidara de posibles comparaciones.

La protagonista es Kirsten, una chica alocada y superficial que, aunque a primera vista puede resultar algo fría, terminó por conquistarme. Poco a poco, te das cuenta de que hay mucho más detrás de esa jovencita rubia adicta al Vogue. Tiene sentimientos profundos, un pasado un poco triste, inseguridades y miedos como cualquier hijo de vecino. Y, sobre todo, no teme arriesgarse por conseguir lo que quiere. 

Todo empieza cuando Kirsten y sus amigos adquieren cierto brazalete con poderes que desconocen y, por una serie de circunstancias, Kirsten acaba viajando a la antigua Roma, donde conoce a Iacobus (Jake), un patricio que quedará prendado de ella instantáneamente. A partir de ahí, surgirá un amor imposible entre ellos, aunque no será la única trama de esta novela. Por suerte, Arlia gira en torno a muchísimas cosas (aunque reconozco que a mí, personalmente, lo que más me cautivó fue la historia de estos dos).

Pero el mundo de Arlia está lleno de criaturas sobrenaturales, de infinidad de peligros y de ansias de poder y venganza. No se trata de un romance adolescente más, ni muchísimo menos. Los personajes viven escenas verdaderamente dramáticas y peligrosas, pero también muy divertidas.

El libro está narrado en primera persona desde varias perspectivas. Las más significativas son las de Kirsten; Justin, su mejor amigo, un tío que me ha arrancado más de una carcajada y al que a veces dan ganas de darle un guantazo. A veces sus conversaciones eran un poco largas, pues son las típicas de adolescentes llenas de piques y chorradas, pero como estaban llenas de humor y chispa, tampoco eran molestas. Otra perspectiva importantísima es la de Jake, el romano, un personaje más maduro, más serio y que sufre una evolución impresionante. En un primer momento, cuando se narra su vida en Roma, el cambio es brusco respecto a la jovialidad del internado. De nuevo, es lógico, pues estamos hablando de la Roma de hace dos mil años. Pero sí es cierto que se agradece cuando ambas épocas se fusionan, es cuando se pone realmente interesante y empiezas a devorar páginas sin darte cuenta.

Debo resaltar la capacidad de las autoras para caracterizar a los personajes, para cambiar de perspectiva con total credibilidad, y para contextualizarlo todo. Se nota que Scarlett de Pablo estudió Historia del Arte. Hay detalles muy cuidados al respecto, mucho trabajo detrás.

El principio es algo más lento, como es lógico, pues nos presenta la historia, las casas del internado, los personajes, aspectos necesarios para empatizar con ellos y entender sus formas de ser y sus intenciones. Pero se hace más intersante gracias a uno de los puntos fuertes de esta historia: los diálogos. Frescos, directos, juveniles, CREÍBLES. Adaptados a cada personaje, a cada época, a cada situación. Porque aquí también hay personajes adultos, en especial los profesores. Y el cambio de registro no siempre es fácil. Lo que me encanta de Arlia es que cada uno tiene su historia, su pasado, su motivación y su objetivo. Todos cumplen su función en el internado y fuera de él.

Y, aunque no sale demasiado, tengo que mencionar a Reese. Es auténtico y genial y adoro su relación con Kirsten (de quien es tutor). Y también a Drew, la sabelotodo, la cabeza pensante del trío calavera que forma justo a Kirsten y Justin, la que siempre intenta razonar con ellos pero que acaba metiéndose hasta el cuello en todos sus líos con tal de ayudarlos. Lo bonito de ellos es que son una familia, que se complementan y se apoyan ante todo.

¿Y qué decir de la narración? Perfecta. Sencilla, juvenil, pero de calidad y atrayente. Las descripciones son muy buenas, pues te hacen imaginar perfectamente cada localización, pero también cada situación o sentimiento de los personajes. Sin florituras, sin complejidades o excesos que solo conseguirían hacerte perder el hilo de la historia.

Bueno, y voy a hablar del insta love que se produce en esta novela. No tengo nada en contra de este tipo de relaciones. Sé que son menos creíbles, que la literatura juvenil está plagada de ellas y que a veces consiguen cansarnos porque estamos hasta el moño de verlas por todas partes. Pero, sinceramente, en Arlia tiene su razón. Si pensamos en el primer encuentro que tienen Jake y Kirsten y en lo que piensa él de ella... En fin, que es comprensible (no digo más). Además, no olvidemos los saltos en el tiempo. Ese tiempo que va pasando de forma caprichosa, sin un orden aparente, sin una continuidad lógica. Repito: aquí el amor "a primera vista" está totalmente justificado. También es verdad que hay que ver a Kirsten como lo que es: una adolescente de 17 años. No vamos a pretender que dos adolescentes se comporten como una pareja de treinta años. Eso sí que no sería creíble, ¿no os parece?

Arlia está llena de sorpresas, de giros inesperados, de personajes (muchos personajes). Esta primera parte es perfecta para conocerlos, para entender en qué consiste su mundo, pero también te deja claro que es solo la punta del iceberg, que aquí hay mucho, mucho más para descubrir.

Hay humor, amor, aventura, acción (también algo de violencia, lógicamente. Para algo hay vampiros, hombres lobos y entes malignos por ahí). En definitiva, un libro que tiene de todo y que atrapará a jóvenes y a no tan jóvenes. Os aseguro que cuando lleguéis al final, solo estaréis pensando en coger la segunda parte. (Y yo, que ya he leído el segundo, muero por que salga el tercero).



BOOKTRAILER





jueves, 2 de junio de 2016

Diario Be: La maldición de los teléfonos blancos


Dicen que hace tiempo, una chica fue maldita por una bruja con un poderoso maleficio.
"Y blancos serán tus teléfonos hasta el día en que perezcas".

Na, es broma. Nadie diría algo así.

Resulta que se me ha cumplido el contrato con mi compañía telefónica, así que he decidido cambiarme a Amena porque quiero sentirme libre como el mar y todas esas chorradas. Porque he estado pagando un pastón por una mierda de conexión a Internet por culpa de tener que aguantar la dichosa permanencia.
Después de un agotador juego macabro plagado de contraofertas, de "llama aquí" y "llama allá" por fin decido quedarme donde estaba. Y cuando ya tengo claro que no, que yo no quiero atarme a nadie y que quiero poder abandonar el barco cuando me dé la real gana, va y me ofrecen un móvil por 0€ con el que podré disfrutar de un increíble 4G (ya que mi nueva y mejorada tarifa lo incluye).

Y me vendo. Porque la libertad a veces está sobrevalorada, y que te regalen un móvil de casi 300 euros también mola. Mola bastante.

Pero es aquí cuando empieza lo bueno. Lo de buscar en Internet las opiniones o reviews (que ahora están tan de moda) de los modelos que la compañía me ofrece como una ganga.
Pantalla, peso, cámara, procesador... y no sé cuántas mierdas más que no entiendo. ¿Interfaz? ¿Qué coño es eso? Sistema Operativo Android Kit Kat... ¿Nos hemos vuelto locos? Yo era feliz relacionando esa palabra ÚNICAMENTE con las barritas de chocolate. Eran tiempos más sencillos.

Miro, remiro, requetemiro... y al final me decido por uno. Uno que está en varios colores, por cierto, pero que desgraciadamente en mi compañía solo me pueden ofrecer en blanco.
Blanco...
Otra vez...
Cuarto móvil consecutivo de ese color (que no es un color)...
Y no es que no me guste el blanco, para nada. Es solo que después de tanto tiempo estampando plástico blanco (sí, se me caen bastante), me apetecía cambiar y destrozar algo diferente.

En fin, siempre puedo comprarme una funda bonita o pintarlo con rotulador permanente.